No te acerques a golpearme con cien gritos mudos.
No me impongas tu mirada vacía, tu piel gris, tu olor a naftalina.
Si has venido a este entierro a llorar otros muertos, habrás de hacerlo sin velo, con la cara desnuda.
(El traidor pagara con el espejo)
Y aunque en tu mentira afilada, cualquier recuerdo es guillotina...
Hace un tiempo ya, que no soy tuya y aun conservo la cabeza..
0 comentarios: