Como madre Alemana...

 
Estas enferma me dijiste_
Una, dos, tres cucharadas.
Abrí la boca, confiando en tu criterio.
Y trague lo que dijiste que curaba.

Perdí la fuerza. Caí en la cama.
Duplicaste la ingesta con ahínco.
Cuatro, cinco, y la sexta cucharada..

La extremaunción la diste con la espalda.
Te pedí que me abrazaras, tuve miedo.
Cucharazo entre los dedos y sin pena,
Me encerraste en el cajón, previo al entierro.


Nueve, diez, el frasco entero.
Abri la boca confiando en tu criterio.
No hace falta que lo diga_ es veneno.

1 comentarios:

  • Tania Alegria | 28 de junio de 2011, 5:54

    Hola, Ulisa.

    Tus microrrelatos son auténticas joyas. Es sorpresiva la forma como "desordenas" las ideas para que se muestren, al final, perfectamente ordenadas. Me asombra tu maestría para esgrimir las letras, presentándonos una imagen de caos que luego se vuelve absolutamente lógica. No puedo menos que felicitarte y congratularme contigo por el buen hacer, la creatividad, la sensibilidad y la lucidez que tus escritos expresan. Salgo de tu territorio con la impresión de que acabo de conocer a una persona inmensa.
    Te dejo esta nota en el último texto de esta página y volveré para callejear las entradas antiguas.
    Me llevo tu enlace a mi blogroll para tener una ruta directa hacia tu encrucijada.

    Desde Lisboa, un saludo cordial y un abrazo afectuoso.

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