El fondo de casa, se llama Defensa

 

                                   Cuando alquilè la casa no me hablaron ni del patio ni el jardín. Al parecer ambas cosas venían incluidas _ como las expensas_ en el recibo de pago.

El fondo de mi casa es grande. Se llama Defensa. Arranca al 1500 con un verde gigante que ocupa una Manzana. Ese es mi jardín.
La gente le dice Parque Lezama y yo no digo nada, porque si quieren llamarlo así...que lo llamen.

En general el patio y el jardín son solo míos los días de semana.
Los sábados y los domingos los presto para ferias y extranjeros.

Nunca me pidieron permiso, un día me asome y ahí estaban, con mantas en el suelo, vendiendo cosas. Algunos con peinados raros, otros con olor a Pachuli.

Muchos tocaban música y sonreían todo el tiempo.

¿que hago? _ me pregunte.

Que mas podía hacer? - dejarlos que siguieran.

Comencé a acostumbrarme a ellos.

Las calles de adoquines se volvían de colores.
Ya no se hablaba mi idioma. El patio era un popurri poliglotario lleno de café colombiano.

A veces salgo de la casa y paseo entre ellos.
Todos fingen no saber que soy la dueña de ese patio.
Algunos toman mate conmigo y yo comparto sin siquiera cuestionar su presencia en mis dominios.
Para que?

Me gusta verlos.
Me gusta estar entre ellos, que son tantos, diferentes.

Salgo en fotos de turistas, como una empanada que no hice, escucho Jazz en vivo y en directo.


                                                Miro las visitas de domingo y me da gusto tenerlos por casa.

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