Ella, ella y el ombligo.

Eduardo Germán María, no lo cuenta asi...pero asi fue:                       
                     
Resulta que ella estaba en un bar con mesas de madera, pegada a la barra, esperando que se hiciera la hora coherente de volver a casa sin sentirse poco.

Resulta que Ella se acerco y le pregunto la hora. Resulta que ella respondió y sonrió para otra Ella.

Entonces Ella y ella se miraron. Y después de la hora, se dijeron otras cosas y se besaron pronto.

Ella estaba fascinada con su ella. Le resultaba enorme y bella.
Ella la saco a bailar y la invito a la cama.
ella acepto sin oponer ninguna resistencia.

Resulta que llegaron comiéndose las manos.
Resulta que la ropa duro poco y cuando estaban casi desnudas, la fascinada Ella suspiro :
_perdón, no se por que, pero no puedo.

ella no se sorprendió. Ya había pasado otras veces. Todas las otras veces.
Tanteo su vientre y resoplando contesto _No te preocupes, pasa siempre. Es que no tengo ombligo.

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